Cintas para Correr

Mantenimiento de una cinta con motor

¿Cómo elegir una cinta para correr?

Si estás buscando un equipo para entrenar en tu casa, probablemente te preguntes cómo elegir la mejor cinta para correr y cuanto sale una cinta para caminar. Para responder estas preguntas, primero tenés que definir cuáles son tus objetivos, qué características requiere el equipo que estás buscando y en función de eso ver las opciones disponibles.

Algunas de las cuestiones que tenés que considerar antes de evaluar las distintas alternativas son:

La velocidad a la que queramos realizar el ejercicio va a influir en la superficie útil necesaria.
Por superficie útil entendemos el largo y ancho de la banda sobre la cual se camina.
A mayor velocidad mayor será el largo de nuestros pasos. Es por eso que si queremos correr se necesitará una superficie útil mayor que si queremos caminar.
A modo de referencia, un largo de banda de 1.2 metros te permitirá trota con comodidad. Aunque esto puede variar según la altura del usuario.
Actualmente se pueden encontrar muchos modelos que alcanzan los 10 o 12km/hs con unas un largo de banda inferior a un metro. Esta velocidad te permitirá trotar, pero es muy probable que realizar el ejercicio se vuelva incómodo. Aunque, si lo que estás buscando es solo caminar, podría ser la opción indicada.

Debemos asegurarnos de que nuestro peso esté por debajo del peso máximo admitido por la cinta caminadora que vayamos a adquirir.
Por otro lado, tenemos que saber que nuestra altura condicionará la elección. Para poder caminar y correr de forma cómoda, cuanto mayor sea nuestra altura, mayor será la superficie útil requerida.

En los equipos de uso hogareño se recomienda utilizar el equipo como máximo una hora, y dejar descansar el motor entre 30 y 40 minutos antes de volver a utilizar.
En caso de que queramos darle un uso más intenso, o bien que estemos buscando equipos para utilizar en un gimnasio, debemos pensar en cintas para correr de uso profesional. Estos equipos están preparados para ser utilizados por una o más personas durante largos períodos de tiempo sin perjudicar su vida útil.

Modificar la pendiente es otra forma de variar la intensidad de nuestras rutinas. A mayor pendiente mayor será el esfuerzo realizado.
Podemos encontrar equipos que nos permiten variar los grados de inclinación mientras realizamos el ejercicio (estos son los que tienen inclinación electrónica), o bien aquellos en los que podemos variar la pendiente de forma manual con el equipo detenido.